lunes, 3 de marzo de 2008

Vacaciones

Y sí, rindiéndonos a nuestro lado burgués, nos fuimos a vacacionar a Villa Gesell. Como buenos marpaltenses, nos gusta la costa, pero odiamos, por una cuestión de principios, a los turistas.

– ¿Ya guardaron todo?, ¿las mallas, el protector solar, las ojotas?
– Ya casi. ¿Alguien vio mis anteojos de sol?

Claro, deberíamos haber supuesto que llovería, ya lo hemos dicho varias veces, cuando nos vamos de vacaciones, algo siempre pasa. Somos la personificación de la Ley de Murphy. De esto charlábamos en el viaje hacia Villa Gesell.

– ¿Y vamos a manejar así, todo el camino, con esta lluvia?
– Y, no nos queda otra. Tenemos que llegar temprano, para aprovechar el día.
– ¿Cómo puede ser que llueva tanto?
– Y es el Ciclo del Agua en la Naturaleza
– ¡¡¡Maldito Ciclo del Agua en la Naturaleza!!!
– Yo te explico, se dieron dos cosas juntas, y por eso llueve. Primero, papá lavó el auto. Y segundo, nos estamos yendo de vacaciones.

Así es señores, siempre que en esta familia salimos de vacaciones, algo pasa. Incluso cuando la familia aún no era familia…

– ¿Te acordás, Bupé, aquel campamento?
– Sí, ¿cómo olvidarlo?…
– ¿Qué pasó?
– Estábamos de novios con tu padre.
– Y nos fuimos con el Negro y con Mabel de campamento. Fuimos a San Juan.
– Hicimos base en Valle Fertil. Yo dormía con Mabel y tu padre con el negro. Nosotras hicimos la carpa en un pedo, ¿te acordás? Ustedes no podían terminar de armarla, nosotras ofrecimos ayuda, pero ustedes se negaron…
– Eso no es justo, no ofrecieron ayuda, se burlaron de nosotros sin piedad alguna. Y encima nosotros teníamos la carpa del Gordo. “Vayan tranquilos, que la carpa está bárbara” Ni estacas tenía…
– La cuestión es que cuando estábamos allá, empezó a llover y a ellos se les inundó la carpa, de lo mal hecha que estaba, así que nos pasamos toda la tarde en nuestra carpa tomando mate los cuatro.
– Hacía diez años que no llovía en Valle Fértil…

La lluvia es una constante en nuestras vacaciones, si no me creen, lean a continuación…

– Y esa no fue la única vez que viajamos con tanta puntería.
– Es cierto, cuando su madre cantaba en el coro, vos tenías ocho meses, Anita, fuimos una semana a Rio de Janeiro.
– En Río de Janeiro, llueve una semana al año.
– Esa fue la semana que viajamos nosotros.
– ¿No pasó algo parecido cuando éramos más grandes?
– Sí, nos ganamos una semana de estadía en Florianópolis
– En Florianópolis también llueve una semana al año...
– Bueno, no te olvides que nos tocó un día de playa también, cayó jueves.
– No sé si fue un día de playa, pero por lo menos no llovía. Ese día fuimos al centro comercial y compramos un rompecabezas.
– Con eso las entretuvimos el resto de los días.
– ¿No viajamos ya otra vez a Villa Gesell con lluvia?
– Sí, hace cuatro o cinco años, llovía tanto que no se veía y tuvimos que parar un rato, nos metimos en una ciudad por ahí hasta que paró un poquito.
– Deberíamos hacer algo bueno por la humanidad y viajar hasta Chubut, por ahí logramos apagar el incendio.

Pero resulta que la lluvia no es el único problema que nuestras vacaciones familiares les ocasionan a la humanidad, las desgracias también ocurren.

– El primer indicio lo tuvimos en el ’88. Ese verano, nos fuimos a Villa Gesell y se murió Olmedo en Mar del Plata, no le dimos mucha importancia…
– En el 2001, llegamos a Villa Gesell para pasar las fiestas y se largó el cacerolazo. Durante nuestras vacaciones, pasaron tres presidentes. Eran las primeras vacaciones largas que nos tomábamos en varios años. Nos fuimos como quince días
– Yo me acuerdo que papá no salió del departamentito en todas las vacaciones, estaba enchufado a la televisión.
– Y no nos olvidemos del 2004.
– Ah! Yo ese año me quedé en Mar del Plata porque estaba trabajando, así que mi culpa no es.
– Nos fuimos, también, unos quince días.
– ¿Y que pasó?
– ¿Cómo que pasó? Cromañón.
– Y también el tsunami, fue con pocos días de diferencia. Las tragedias se hacen más internacionales a medida que pasa el tiempo…
– En realidad, gente, yo creo que son coincidencias. En este momento debe estar ocurriendo una desgracia por ahí.
– Seguro, ma. Pero en este momento nos estamos yendo de vacaciones. No es un ejemplo muy feliz.
– Esta noche, en la cena, brindemos por la paz mundial, por las dudas…

No sé que tan informados estarán queridos lectores, pero hace un rato, cuando llegamos a casa vivos, aunque pasados por agua, nos enteramos las noticias. El sábado murieron asesinados 17 guerrilleros pertenecientes a la FARC en la frontera entre Ecuador y Colombia, entre ellos el segundo de la guerrilla y negociador por la liberación de Ingrid Betancourt. En fin, ahora Sudamérica huele a guerra…


Esta es la única foto que sacamos en nuestras vacaciones. Un gato negro que se cruzó por nuestro camino mojado (noten como brilla el suelo, eso es agua). No somos supersticiosos, pero....


Estamos planeando, hace ya bastante tiempo, un viaje “mochileado” por Europa este año. Perdón mundo…

4 comentarios:

anita dijo...

Cuando terminé de publicar esta entrada y quedé totalmente satisfecha con como se veían los espacios, la foto y todo eso, decía que el día de hoy, 13 personas habían visitado este blog...

anita dijo...

Bueno, gente. Acá estoy. Volví a Quilmes y reinicié mi rutina de estudiante. Van nueve horas y ya extraño hacer nada...
No sé cuando volveré a publicar ni si podré hacerlo muy seguido. Ni siquiera sé si podré poner conversaciones no demasiado científicas, pero prometo que lo intentaré. Tengo una idea que quiere ser entrada, pero no tengo el tiempo de sentarme a escribirla bien.
Están todos obviamente invitados a decir lo que piensan en cualquiera de las entradas.
Un beso grande a todos y gracias por seguir leyendo este insignificante pero (a veces) ameno blog...

Anónimo dijo...

:)

Anónimo dijo...

xD