miércoles, 19 de marzo de 2008

Vacaciones II

Lucía y yo, y en gran medida también Andrea, tenemos una divertida costumbre que vuelve loca a nuestra madre y a nosotros nos encanta. Siempre que estamos reunidos y no es en torno a una mesa (es decir, cuando no hay comida de por medio), nos gusta cantar a todo volumen canciones patrias (Febo Asoma es, por lejos, nuestra favorita). Dado que nuestra capacidad de afinación deja bastante que desear (sin contar que no siempre nos acordamos bien la letra...), mi madre tiene la imperiosa necesidad de cantar con nosotras e intentar afinarnos. Como sabe que nosotras sólo intentamos provocarla, esta forma nuestra de pasar el rato la divierte/irrita. Si bien ella trata de no entrar en el juego, siempre se rinde y termina riéndose con nosotras. Claro que sólo es divertido hacer esto cuando la atención de madre está enfocada principalmente en otra cosa, como trabajar o manejar bajo una lluvia torrencial. Por eso, cuando estábamos yendo a Villa Gesell y madre le cedió el volantea a padre después del peaje, este divertimento perdió su gracia, por lo que nos entretuvimos de otras formas...

Parajes desolados
– Miren ese arbolito desafiando la Llanura Pampeana
– ¿No sería la Costa Atlántica?
– ¿Pero cómo?, ¿no estamos en la Llanura Pampeana?
– Estamos en la Pampa Deprimida
– ¿Qué es una Pampa Deprimida?
– Una Pampa que se olvidó de tomar su Rivotril

(Des)Amores históricos

– Llegamos a General Madariaga
– ¡¡¡No!!! Pero, ¿cómo? ¿Para ir a Villa Gesell tenemos que salir de General Pueyrredón?
– Estamos engañando al General Pueyrredón con el General Madariaga...
– ¿Pero quiénes son ustedes?, ¿Mariquita Sánchez de Thompson?
– Pero... Mariquita era de Thompson
– Ah, pero bueno... Era medio cocotte

En el peaje

– Son dos con treinta, señor
– Lu, ¿tenés diez centavos?
– Sí
– Dame treinta
– ...

Eleciones difíciles

– ¿Qué estás haciendo?
– Estoy desempañando los vidrios
– ¿Y cuánto va a durar?
– No mucho, es por la respiración. No respiren
– Pero... si no respiramos nos morimos
– Bueno, ¿qué querés que te diga? Es TU elección

Mi hermanita nunca tomó un mate

– Uy! La yerba Amanda se está mojando. ¡No! van a tomar mate mojado...


jueves, 13 de marzo de 2008

Anita y Yo

– Che, ¡que loco! No tengo nada urgente que hacer, tengo libre hasta las cinco que curso Biotecnología y Sociedad
– ¿Y por qué no aprovechás y hacés algo productivo?
– Uh! ¿Otra vez vos?
– No te hagás la sorprendida, si siempre que pensás que hacer aparezco yo
– Sí, pero me vas a volver loca
– Ya estás loca, ¿por qué te creés que pensás en conversaciones?
– Bueno, pero no siempre
– …
– Sí, es verdad. Pero eso no significa nada
– Me estás cambiando de tema
– ¿Cuál era el tema?
– Que es lo que vas a hacer en estas tres horas que tenés libres…
– No importa, me voy a casa a mirar tele, aprovecho, andá a saber cuando voy a poder hacerlo otra vez este año
– Pero tenés cosas que hacer. Podrías empezar a hacer los Trabajos Prácticos de Bioinformática. No hiciste nada en la clase.
– Porque no entendí nada…
– ¿Y cómo te pensás que vas a entender si no te ponés a trabajar?
– Cuando necesite saberlo, me saldrá. Me pasó así durante toda la carrera, no tiene por qué cambiar en el último cuatrimestre.
– Un día te vas a dar la cabeza contra la pared
– Hace cuatro años que decís lo mismo, y ni un chichón, todavía
– Ah! Bueno… Allá arriba estás. ¿Quién te crees que sos?, ¿Einstein?
– No para nada, pero entiendo las cosas cuando estudio bajo presión, si no es como que no entran
– ¿Por qué no intentás? Capaz haciendo los TPs con tiempo no necesitas estresarte tanto para los parciales
– No… la tecnología no me quiere, seguro que si intento hacer algo, la máquina explota, ya sabés como funciona eso y no me digas que son imaginaciones mías…
– No tenés razón, la tecnología no nos quiere.
– Bueno, entonces me voy a ver televisión
– No, Ana. Podés adelantar trabajo. Ya viste todo lo que hiciste estas semanas en Siberia*.
– Bueno, pero ya sabía que cambiarme en la auxiliatura de Química Orgánica a Química de los Alimentos iba a implicar tener que trabajar el triple. Además fue divertido, aprendí un montón de cosas y las reacciones me dieron bien. Todas las 110 reacciones me dieron bien.
– Y bueno, justamente, como tenés el triple de trabajo que antes y además es divertido, ¡andá a trabajar y hacé las soluciones para el próximo Trabajo Práctico!
– No… no quiero. Tengo que preguntarle a Paula a que concentración quiere la solución de Yodo, y tengo que ver que soluciones hay hechas del año pasado. Además ayer estuve siete horas seguidas en Siberia. Y hoy a la mañana estuve una hora y media y las últimas reacciones están en estufa
– Bueno, tenés razón. Trabajaste toda la semana para Alimentos, te merecés un descansito de Siberia
– Gracias, entonces me voy a ver televisión
– No seas vaga. Podrías tratar de hacer lo que te pidió Javier.
– ¡¡¡Pero si Javier está loco!!! ¿Quiere que haga la Introducción de la tesis ahora? Si ni siquiera sé de que se va a tratar
– Mentira, el tema está bastante definido
– Bueno, pero el enfoque no, todavía no tengo ni un resultado. ¡¡¡Ni siquiera se me inducen los cultivos!!! Tuve que volver a electroporar y todo…
– No pongás excusas, Ana. Si sabés que la idea de Javier es buena, cuanto más rápido hagas la Introducción, menos tiempo vas a perder cuando tengas que escribir la tesis. Sólo vas a hacer los resultados y la discusión. Podrías incluso empezar a escribir “Materiales y Métodos”
– ¡Yo sí que estoy loca! No tengo ni ganas de hacer lo que me pidió Javier y encima me invento más tareas…
– Bueno, no lo hagas. Ya te vas a acordar de mí cuando dentro de seis meses no te acuerdes nada de lo que hiciste ahora y no entiendas el cuaderno de laboratorio
– Inventaré
– NO!!! ¿Cómo decís eso?
– Bueno, no invento. Pero ahora no tengo ganas de hacer la Introducción ni Materiales y Metodos
– Pero si te conozco, Ana. Una vez que empezás te enganchás y te sale
– Pero tengo que hacer mucho para empezar. Y no encuentro los archivos donde empecé a escribir el año pasado. Y tengo un lío con los papers. Tengo que hacer trabajo de organización antes de empezar
– Y bueno, hacelo…
– No tengo ganas, es mucho, me aburre y tengo que releer todo. El fin de semana lo hago, en serio
– El fin de semana no vas a hacer una goma.
– Es verdad. Pero me voy a sentir culpable por eso, al menos
– Sos imposible, nunca gano con vos
– Y bueno, es que así soy. Vaga. Raro que poca gente se de cuenta…
– ¿Y que vas a hacer ahora entonces?
– Ir al área Química, donde tengo acceso a Internet y subir esta conversación a mi blog
– ¡¡¡No podés!!! ¡¡Vas a exponer tu locura a todo el mundo!!
– No creo que nadie se sorprenda…


Parece que no hay forma de hacerme trabajar más de lo estrictamente necesario a principio de cuatrimestre. E incluso eso, ya es mucho…


*Siberia: Es el laboratorio de docencia de Química donde trabajo ejerciendo mi puesto de "Auxiliar académico" (o esclava, que es lo mismo) preparando las soluciones para los trabajos prácticos de las materias Química de los Alimentos (que por cierto, nunca cursé) y Química I. Trabajo insalubre por $250 mensuales. Pero por lo menos me da aceso a Internet, porque pertenezco al área química. El laboratorio se llama así, porque está lejos y hace frío...


lunes, 3 de marzo de 2008

Vacaciones

Y sí, rindiéndonos a nuestro lado burgués, nos fuimos a vacacionar a Villa Gesell. Como buenos marpaltenses, nos gusta la costa, pero odiamos, por una cuestión de principios, a los turistas.

– ¿Ya guardaron todo?, ¿las mallas, el protector solar, las ojotas?
– Ya casi. ¿Alguien vio mis anteojos de sol?

Claro, deberíamos haber supuesto que llovería, ya lo hemos dicho varias veces, cuando nos vamos de vacaciones, algo siempre pasa. Somos la personificación de la Ley de Murphy. De esto charlábamos en el viaje hacia Villa Gesell.

– ¿Y vamos a manejar así, todo el camino, con esta lluvia?
– Y, no nos queda otra. Tenemos que llegar temprano, para aprovechar el día.
– ¿Cómo puede ser que llueva tanto?
– Y es el Ciclo del Agua en la Naturaleza
– ¡¡¡Maldito Ciclo del Agua en la Naturaleza!!!
– Yo te explico, se dieron dos cosas juntas, y por eso llueve. Primero, papá lavó el auto. Y segundo, nos estamos yendo de vacaciones.

Así es señores, siempre que en esta familia salimos de vacaciones, algo pasa. Incluso cuando la familia aún no era familia…

– ¿Te acordás, Bupé, aquel campamento?
– Sí, ¿cómo olvidarlo?…
– ¿Qué pasó?
– Estábamos de novios con tu padre.
– Y nos fuimos con el Negro y con Mabel de campamento. Fuimos a San Juan.
– Hicimos base en Valle Fertil. Yo dormía con Mabel y tu padre con el negro. Nosotras hicimos la carpa en un pedo, ¿te acordás? Ustedes no podían terminar de armarla, nosotras ofrecimos ayuda, pero ustedes se negaron…
– Eso no es justo, no ofrecieron ayuda, se burlaron de nosotros sin piedad alguna. Y encima nosotros teníamos la carpa del Gordo. “Vayan tranquilos, que la carpa está bárbara” Ni estacas tenía…
– La cuestión es que cuando estábamos allá, empezó a llover y a ellos se les inundó la carpa, de lo mal hecha que estaba, así que nos pasamos toda la tarde en nuestra carpa tomando mate los cuatro.
– Hacía diez años que no llovía en Valle Fértil…

La lluvia es una constante en nuestras vacaciones, si no me creen, lean a continuación…

– Y esa no fue la única vez que viajamos con tanta puntería.
– Es cierto, cuando su madre cantaba en el coro, vos tenías ocho meses, Anita, fuimos una semana a Rio de Janeiro.
– En Río de Janeiro, llueve una semana al año.
– Esa fue la semana que viajamos nosotros.
– ¿No pasó algo parecido cuando éramos más grandes?
– Sí, nos ganamos una semana de estadía en Florianópolis
– En Florianópolis también llueve una semana al año...
– Bueno, no te olvides que nos tocó un día de playa también, cayó jueves.
– No sé si fue un día de playa, pero por lo menos no llovía. Ese día fuimos al centro comercial y compramos un rompecabezas.
– Con eso las entretuvimos el resto de los días.
– ¿No viajamos ya otra vez a Villa Gesell con lluvia?
– Sí, hace cuatro o cinco años, llovía tanto que no se veía y tuvimos que parar un rato, nos metimos en una ciudad por ahí hasta que paró un poquito.
– Deberíamos hacer algo bueno por la humanidad y viajar hasta Chubut, por ahí logramos apagar el incendio.

Pero resulta que la lluvia no es el único problema que nuestras vacaciones familiares les ocasionan a la humanidad, las desgracias también ocurren.

– El primer indicio lo tuvimos en el ’88. Ese verano, nos fuimos a Villa Gesell y se murió Olmedo en Mar del Plata, no le dimos mucha importancia…
– En el 2001, llegamos a Villa Gesell para pasar las fiestas y se largó el cacerolazo. Durante nuestras vacaciones, pasaron tres presidentes. Eran las primeras vacaciones largas que nos tomábamos en varios años. Nos fuimos como quince días
– Yo me acuerdo que papá no salió del departamentito en todas las vacaciones, estaba enchufado a la televisión.
– Y no nos olvidemos del 2004.
– Ah! Yo ese año me quedé en Mar del Plata porque estaba trabajando, así que mi culpa no es.
– Nos fuimos, también, unos quince días.
– ¿Y que pasó?
– ¿Cómo que pasó? Cromañón.
– Y también el tsunami, fue con pocos días de diferencia. Las tragedias se hacen más internacionales a medida que pasa el tiempo…
– En realidad, gente, yo creo que son coincidencias. En este momento debe estar ocurriendo una desgracia por ahí.
– Seguro, ma. Pero en este momento nos estamos yendo de vacaciones. No es un ejemplo muy feliz.
– Esta noche, en la cena, brindemos por la paz mundial, por las dudas…

No sé que tan informados estarán queridos lectores, pero hace un rato, cuando llegamos a casa vivos, aunque pasados por agua, nos enteramos las noticias. El sábado murieron asesinados 17 guerrilleros pertenecientes a la FARC en la frontera entre Ecuador y Colombia, entre ellos el segundo de la guerrilla y negociador por la liberación de Ingrid Betancourt. En fin, ahora Sudamérica huele a guerra…


Esta es la única foto que sacamos en nuestras vacaciones. Un gato negro que se cruzó por nuestro camino mojado (noten como brilla el suelo, eso es agua). No somos supersticiosos, pero....


Estamos planeando, hace ya bastante tiempo, un viaje “mochileado” por Europa este año. Perdón mundo…